Han pasado varios días desde que escribi por última vez... Ha pasado tanto, tanto que ni aún yo misma me había percatado de ello. Mi vida es incierta.
Aún ahora no se que pensar, ni cómo obrar, mi destino es tan complicado que jamás, definitivamente jamás, hace lo que espero. Es algo así cómo un pequeño remolino que peca de intenso... Y debido a eso, vengo a abrumarlos con mi haber.
Justo creía yo, que jamás podría amar a nadie más, me propuse a hacerlo y me empeñe en lograrlo. Pero mi destino se ha burlado nuevamente de mi.
Se ha burlado tanto, que me ha puesto en una nueva y extraña situación... No sé que hacer... Los hombres de mi pasado insisten en regresar y reclamar lo que creen que por derecho les pertenece. Sin embargo esto ya no es así.
Tengo un hombre que no es mío y jamás lo será, se cree alguien tan grande y poderoso que de no ser así, viviría sumido en la depresión. Tengo a alguien que está tan lejos, que de ser posible doblaria el mundo entero para estar cerca de el.
Tengo un ser, que es tan pobre y desdichado que me parte el corazón, porque necesito estar a su lado para amarlo y procurarlo.
Tengo un ángel, que ha dejado de ser ángel para disfrutar de sus placeres carnales, sin embargo ni el sabe a donde quiere ir a parar. Tengo un hombre.
Querido ángel, querido hombre, querido amante de mis ilusiones... No quiero que te fijes en mi, ni que te quedes conmigo... Sólo te pido que seas feliz. No puedo verte más desdichado, ni contrariado porque no tengo fuerzas para poderlo soportar.
Hazme feliz a costa de tu dicha y no te olvides de mi. Mantengamos pues, la esperanza, de que algún día todo será mejor y podremos estar bien.