Vistas de página en total

lunes, 18 de mayo de 2015

Je reçus un baiser du ciel

Ya se que como siempre: os había olvidado. Es difícil vivir una vida y encontrar tiempo para todo, pero es un placer que sigáis leyéndome. Leyendo las disertaciones de esta loca enamorada de la vida y sus golpes.

Hoy justo hoy decidí regalarme unos momentos, porque que fácil es darle tiempo a la gente que te rodea; pero que difícil es hacerlo con uno mismo, justo porque te conoces mejor que nadie y a ti mismo no te puedes mentir. Al estar unos momentos conmigo empece a meditar, a meditar sobre mi vida, lo que he hecho, lo que no he hecho y lo que debería hacer; lo que he aprendido, lo que me ha lastimado y me he dado cuenta que crecer es un muy difícil proceso.

Crecer duele... Desde el aspecto biológico y fisiológico, crecer requiere de un enorme esfuerzo, cada uno de nuestros huesos, músculos, etc., requieren de un estiramiento hasta que llegan a la medida apropiada que esta genéticamente diseñada para que cumpla con su especifica función. Todo este esfuerzo y trabajo produce dolor y sufrimiento que a la larga dan fruto: la manifestación en el mundo de un ser humano maduro, completo y capaz de generar otros seres similares a el y así sucesivamente. Sin embargo, a  nivel emocional sucede algo parecido, ya que el crecimiento en los seres humanos debe ser integral... La emociones, las ideas, los sentimientos deben crecer y madurar.

¡Que difícil es madurar! Y todavía tener el descaro de exigirle a otros que lo hagan... Si y si, queremos que todo sea pronto y sin esfuerzo, pero nos olvidamos que crecer es un proceso y requiere nuestra atención. Cuando somos jóvenes inmaduros nos derrotamos tan fácilmente que todo resulta realmente trágico y pensamos que es el fin del mundo -vaya que lo se- cualquier situación adversa, por mas pequeña e insignificante que sea. Lo que no comprendemos en es momento es que todo forma parte del crecimiento, quisiéramos vivir en un tierno mundo color de rosa, pero el mundo es cruel, la vida es cruda y vuelvo a repetirlo... ¡Crecer duele!

Gran parte de mi vida la he desperdiciado lamentándome por gente que realmente no me ha sabido valorar, y me he dado cuenta que toda la juventud (no quiero pecar de sabionda, pero al menos la gran mayoría si.) también lo hace. Vivimos en una sociedad donde no le damos el valor apropiado a las situaciones que así lo requieren, y magnificamos todas aquellas que no lo demandan.

Pese a todo esto, la vida, el destino... Dios mismo, te dan la oportunidad de aprender, de cometer errores y aprender de ellos ya que nadie, no hay uno solo que sea perfecto. Infortunadamente decidimos ir hacia la tragedia antes que disfrutar... 

¿Por qué  digo todo esto? Simplemente porque me he dado cuenta que he desperdiciado mi tiempo, mi fuerza, mi energía y a veces hasta mi escencia lamentándome por cosas innecesarias, por sentimientos innecesarios y agradezco haberlos sentido, porque estos me hacen madurar y ahora puedo ser más crítica con lo que quiero y hago. Hoy puedo agradecer a la vida en general porque los golpes no han sido tan duros como quizá debieron serlo, sin embargo todo ha funcionado a mi favor. Quiero agradecer porque han sido mas las bondades que las desgracias... ¿A caso solo recibiremos lo bueno y no lo malo?

He sido increíblemente afortunada y bendecida, hoy puedo gritarlo a todo el mundo. Recibí uno de los pocos besos de cielo y eso me hace desbordar felicidad. Soy afortunada. Quiero intentar mas, sufrir quizá un poco mas y volverme a levantar... Si todo fuese paz y tranquilidad la vida seria absoluta y completamente aburrida, y lo vale porque algunas veces el cielo voltea hacia ti y te da un beso.

En realidad... Crecer duele, pero vale la pena intentarlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario